En un nuevo aniversario del Golpe del 24 de marzo de 1976, dar visibilidad al impacto del terrorismo de Estado en el colectivo trans, contribuye a reflexionar sobre los avances vividos en los últimos años y los desafíos pendientes para la igualdad real.
Sin lugar a dudas, el período comprendido entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983, fue uno de los más cruentos de nuestra joven historia. Aquel funesto día, las Fuerzas Armadas se hacían con el control operacional de la Nación, se suspendían todas las garantías constitucionales, y comenzaba una violenta etapa de censura, persecución y ajuste que se llevó puestos los sueños y proyectos de toda una generación, dejando como trágico saldo 30.000 personas desaparecidas, cientos de niñas y niños apropiados, familias diezmadas y el exilio forzado como única forma de sobrevivir.
Con el retorno de la democracia, la sociedad argentina selló un pacto social para alcanzar el “Nunca Más”, una irrestricta defensa del Estado de Derecho y de las libertades, y el necesario castigo a los culpables. En nuestra provincia se sancionó en el año 2012 la Ley 13298, que establece una reparación económica para aquellas víctimas políticas, estudiantiles y sindicales de la última dictadura militar.
Sin embargo, en todo este proceso hubo historias, voces y dolores que fueron silenciados. Poco se habló durante los primeros años de aquellas víctimas LGBTI, que sufrieron con especial ensañamiento el terrorismo de Estado.
Como parte de la reconstrucción de la memoria histórica en los últimos años, y producto de la mayor visibilidad del colectivo de la diversidad sexual en la agenda pública, comenzó a salir a la luz esa historia oculta; en la cual se estima que, cerca de 600 personas LGBTI, fueron detenidas y desaparecidas por el gobierno militar. También, comenzaron a ser contadas otras historias que nos acercan al horror desde un nuevo lugar: el especial ensañamiento del gobierno de facto con el colectivo trans.
En el marco del trabajo que llevan adelante organismos estatales, junto al colectivo de mujeres y varones trans de la provincia de Santa Fe, surgió la necesidad de reconstruir aquella historia, para que sus protagonistas pudieran contarla.
De este modo, nuestra provincia escribió una nueva página de ese “Nunca Más”, integrando a las mujeres trans entre las víctimas de un sistema político que promovió una sociedad de exclusión, en la cual no había espacio para la diversidad y donde, aquellos y aquellas que se apartaran de la norma, debían ser perseguidos y reprimidos.
El proceso de incorporación de la diversidad sexual en esta acción de reparación histórica alcanzó, durante 2018, a 25 mujeres trans de más de 53 años, de las ciudades de Rosario y Santa Fe que, con el acompañamiento de la Subsecretaría de Diversidad Sexual y la Secretaría de Derechos Humanos provincial, se han convertido en las primeras del país en acceder a este reconocimiento, otorgado por primera vez, con motivo de la conmemoración del 17 de mayo, Día provincial de lucha contra la discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género, en la persona de Carolina Boetti; quien recibió, de manos del gobernador Miguel Lifschitz, la Resolución 853/18 que acredita su incorporación a la Ley 13298, dando cuenta de la especial violencia y persecución sufridas por el colectivo trans en los años de plomo.
También, en 2018 llegaron los dos primeros reconocimientos en la ciudad de Santa Fe. En Casa de Gobierno, el 11 de diciembre de ese año, Noelia “Noly” Trujillo y Marina Quinteros, se convirtieron en las dos primeras mujeres trans de la ciudad en acceder a este beneficio.
Sin lugar a dudas, este enorme paso en materia de derechos humanos ha tenido un fuerte impacto en la escena nacional y debe constituirse en una verdadera política de Estado, de un Estado presente que celebre la diversidad y reconozca la necesaria reparación a aquellas y aquellos que durante tanto tiempo no tuvieron voz.
Finalmente reparadas
Cinco de las mujeres trans rosarinas que accedieron a la reparación histórica decidieron contar sus historias por medio de la obra de teatro “Finalmente Reparadas”, una creación colectiva que ya se ha presentado en Rosario, Santa Fe, Gálvez y Venado Tuerto, y prepara una gira nacional que, seguramente, dará que hablar. Carolina Boetti, Marcia Echenique, Lali Rolón, Katiana Curcio y Bibiana Blasson repasan sus vidas, amores, exilios, violencias y reencuentros en una obra vibrante y plena de emociones.
Texto: Esteban Paulón
Fotos: Gentileza Subsecretaría de Diversidad Sexual
Nombre de sección:Diversidad Sexual
Edición: N° 71