De líneas sobrias, una estudiada geometrización que prima en todos los diseños y una estética de rasgos futuristas, fue el preludio del llamado «postmodernismo» que nos acompañó hasta mediados de los ’90.
El modernismo de principios de siglo XX tuvo un gran desarrollo en distintos lugares de mundo; crece, se extiende, se desarrolla y sigue evolucionando hasta llegar a los años 50. El Mid Century Modern, movimiento aplicado a la arquitectura, interiorismo y productos de diseño, se focalizó en acabados mucho más sencillos pero de alta sofisticación. La valoración de los metales como el cobre o los dorados, el uso de la madera en su máximo esplendor de belleza y la presencia de las líneas orgánicas en muchos de sus mobiliarios. Pocos detalles, pero con una gran cuota de funcionalidad.
Líneas sobrias de una estudiada geometrización que prima en todos los diseños y una estética de rasgos futuristas, fue el preludio del llamado «postmodernismo» que nos acompañó hasta mediados de los ’90; aportó color y vanguardismo al sueño americano, llenó de tecnologías las cocinas de las viviendas y brilló en su máximo esplendor de la mano del cine.
Por tanto, toda esta tendencia que hoy vemos en diseño de espacios, que viene creciendo de manera paulatina, no es más que una consecuencia lógica, ya que esta estética tiene su origen en el escandinavo de principios de siglo, y deviene hoy en una coherente transición a las modas de los últimos años.
Como ejemplo, en esta oportunidad, mostramos un departamento de un dormitorio, cuyo diseño se ha inspirando en este estilo que viene irrumpiendo en todas las ferias de diseño, no en forma pura, al contrario, combinándose con otros, encontrando puntos de conexión y equilibrio.
La labor del diseño parte de una paleta de colores puntual que si bien tiene tonalidades apasteladas, no deja de marcar su presencia. La búsqueda de sencillez, que no entiende de exuberancia ni de opulencia, impone líneas depuradas y trazos limpios, apenas adornos y complementos.
El contundente vínculo de este estilo con la naturaleza propone a la madera como uno de sus materiales protagonistas. Presente sobre todo en el mobiliario, es habitual que se respete su acabado original. Los muebles bajan en altura, sus patas son más cortas y con cierta inclinación oblicua, o simplemente voladizos. También los revestimientos sobre los muros adquieren importancia con este material noble y bello. En este caso se utilizaron melaminas simil madera que hoy nos ayudan a cuidar el medio ambiente. Los materiales simil mármol sintetizados también son parte de esta elección estilística, aportando belleza, contundencia y, fundamentalmente, sofisticación; mesadas, mesas bajas y revestimientos que aportan toda la fuerza de lo natural.
La toma de partido del espacio principal gira en torno a un sillón de líneas curvas que acompaña el muro vidriado propuesto por la arquitectura. El sector de comedor se resolvió con una gran mesada alta y banquetas que vinculan el sector de estar con el de cocinar.
La pasión por las geometrías, una de las reglas de este estilo, caracteriza algunos muebles y también se ve reflejada en textiles, ya sean almohadones o la importante alfombra de diseño y fabricación exclusiva que preside el living. Diseños grandes y la precaución de no saturar visualmente el espacio.
Esta tendencia atesora muchas piezas icónicas del diseño de vanguardia. Arquitectos y diseñadores de la época adoptaron la esencia de este movimiento y la plasmaron en piezas únicas que se han convertido en un clásico del diseño. En este caso, un acento de color lima es la poltrona Womb, del diseñador Eero Sarinen.
Si la madera está muy presente en el mobiliario, el metal se impone en las lámparas y en las estructuras de algunos muebles, ya sea en acabado dorado, cobrizo o blanco.
No hay que desvincular este movimiento con la época en la que surge, y a mediados del siglo XX la producción industrial influye en la concepción del mobiliario, imponiéndose una estética mecanicista que aún hoy en día se impone con real actualidad.
Una transición necesaria en esta rueda del diseño, donde siempre todo es un devenir como el río de Heráclito, sólo que cada vez a esa rueda la vemos girar con mayor rapidez. Esto impone tomar decisiones, las modas pasan pero nuestras casas perduran en el tiempo y nosotros contamos la historia.
Tips de la estética
- Formas sencillas y líneas limpias.
- No a detalles innecesarios, sólo acentos precisos.
- Se aplican elementos mecanicistas de la producción industrial.
- Prevalece la naturaleza, adaptando la vivienda a ella y utilizando elementos materiales naturales como la madera y el mármol.
- Elegancia sutil, pues aun siendo formas simples, se elaboran diseños con elegancia.
- Geometrización del diseño.
- Fluidez entre los diferentes espacios de la casa.
- Colores sobrios, pero de marcada presencia. Los grises son el soporte.
Gustavo Wedertz interiorismo
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Texto: Gustavo Wedertz
Locación: Amarras Center
Nombre de sección: Interiorismo
Edición: N° 77