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El artista regresó a su ciudad natal para presentar “¿Y ahora?”, su nuevo espectáculo político junto a David Rotemberg. Antes de reencontrarse con el cariño y la complicidad de los santafesinos en el Teatro Municipal, el artista recibió a Toda Santa Fe en una entrevista en la que hizo un repaso de su carrera, compartió su presente laboral y anticipó proyectos.

 

“El humor es una manera de entender la vida”, parece ser la frase con la que se autodefine Ariel Tarico, que desde chico encontró en el arte de hacer reir su modo de ser, el medio de expresión para decir.

El principio de todo, su primer referente fue Ju09_resultan Carlos, su papá, que a mediados de la década de los 80 trabajaba en la Galería Peirotén y también se las rebuscaba cada tanto conduciendo eventos. “En el Festival de la Cerveza lo ha presentado a Monzón, cuando elegían a la reina… Mi viejo lo hizo siempre de forma amateur, no llegó a ser profesional y cada tanto grababa publicidades para Cortopassi, era muy amigo del dueño. Le gustaba tanto el dibujo como la actuación y de chico me recuerdo viendo la última página de El Litoral, donde él me decía quiénes eran los dibujantes y me conseguía dibujos de Facta, del Kova y de Fasola”.

Desde niño, Ariel Tarico estuvo del lado del humor: “Empecé dibujando, participando de los Salones del Humor y la Historieta de El Litoral. Siempre historieta y caricatura”, remarca. Copiaba dibujos de Fontanarrosa, los que salían en la revista Humor y en la local Pararrisas. A temprana edad se integró al Círculo de Dibujantes Santafesinos, donde conoció a Bianfa, a Raúl Viso, a Patricia Rodelli y Lucas Cejas. De ese tiempo, recuerda: “Era una linda movida, siempre estaban haciendo muestras y yo participaba. Ocasionalmente he publicado en el diario La Provincia, en El Litoral, en la revista Nosotros, en el suplemento Picante”, enumera y así rastrea hasta que encuentra la punta del ovillo que da origen a su vocación por el humor: “Mi viejo murió cuando yo tenía seis años y me dejó todo ese legado, tanto en la gráfica como en el escenario”.

En el mundillo radiofónico

10_resultA fines de la década de los 90, Ariel empezó su carrera humorística en las radios locales a base de insistencia y perseverancia: “Al principio yo quería participar de los programas y se lo pedía a Alejandro Colussi, que hasta hoy se rie porque dice que fue el primero que me rechazó”. Y sigue contando su periplo: “Quería hacer personajes y era ir siempre a todos los pogramas, donde me veían con los pantalones cortos, pendejo, llevando la carpeta con los dibujos”. Hasta que un día tomó la iniciativa y se le dio en LT10: llamó al programa que tenía Pilo Monzón los sábados a la tarde y se hizo pasar por Rogelio Alaniz. Fue así que empezó a desplegar diferentes personajes en la radio y recorrió programas que conducían Guillermo Tepper, Jorge Conti, Luis Mino, Marcelo Garrido. “Tuve una linda experiencia desde el 1999 a 2003”, recuerda y resalta la figura del “Moncho” Aranda: “Yo lo quiero muchísimo porque creo que fue un precursor del humor en los medios de Santa Fe y siempre conmigo tuvo muy buena onda y me aconsejó”.

Sus primeras experiencias laborales por fuera de las radios locales las tuvo en Radio Rivadavia y Cadena 3, hasta que en 2004, después de participar de un casting del que nadie se había enterado y con la ayuda de Martín Rueda y Jorge Vaccaro, desembarcó en Radio Mitre, en el programa de Néstor Ibarra, donde hizo dupla “al toque” con David Rotemberg con quien hoy, ya 10 años después, se vuelven a juntar arriba del escenario: “Laburar con David, que admiro mucho y que hace algo distinto a lo que hago yo, está bueno porque hace otro tipo de monólogo, tiene otro estilo. A mí me relaja y divierte mucho”.

03_resultA Tarico no le costó adaptarse a las radios porteñas: “Como había hecho bastante experiencia en programas de radio de primera y segunda mañana, ya tenía una base, me costó menos adaptarme y pude en poco tiempo mostrar resultados. Al principio, me tuve que adaptar a que laburaban con guionistas, grababa y producía mucho, pero fui de a poco incorporando esa dinámica”. Al momento de su partida a Buenos Aires tenía 18 años: “Estaba en una edad linda para irme y fue así, repentino, de un día para el otro”.

Santa Fe desde afuera

Le cuesta venir a Santa Fe “por el tema del laburo. Todos los fines de semana estamos de gira y quizás es lo más complicado. Pero siempre es lindo volver”. Lo que más añora de su ciudad natal “es la charla con amigos acá en la peatonal, tomar un liso… esas cosas simples son las que más extraño” e inevitablemente compara la ciudad con Buenos Aires: “Allá tenés que armarte la agenda para encontrarte con amigos. Las distancias son enormes, entonces, entre que vas a un laburo y después a otro, hay una hora de viaje”.

Para “El Lento” Tarico, Santa Fe en lo cultural “siempre tuvo mucha movida” dice y se le viene a la cabeza una anécdota reciente que le pasó haciendo su programa de radio: “La producción me dijo que iban a venir los que hicieron la apertura de Showmatch, Duchamp Pilot. El que toca la guitarra me dijo que era santafesino, que había estado en el grupo ‘Puja!’”, que hizo la reconstrucción virtual del Puerte Colgante. 08_result“Allá en Buenos Aires ven a Santa Fe como un semillero y creo que hay mucho talento en la ciudad. Ya en un ámbito que puede parecer chico como el de los dibujantes me acuerdo que habían hecho una convocatoria para hacer una de las tantas revistas que sacábamos cada tanto. De golpe aparecieron los estables y un montón de jóvenes como Lucas Cejas y muchos otros que estaban dibujando. Están y hay de golpe una movida”.

Tarico multiplicado

Actualmente trabaja los siete días de la semana. A las giras con el espectáculo “¿Y ahora?”, se suma su programa propio en Radio El Mundo “1070 Sombras de Tarico”, que desde abril va de lunes a viernes de 13 a 15 por AM 1070 y es “un sueño cumplido que se está gestando”. Sobre esta experiencia agrega que, a través de las redes sociales, ya tiene “un público propio, una hinchada que te sigue adonde vayas. Está bueno porque la idea era hacer como un demo al aire, algo muy de laboratorio. La verdad que me estoy divirtiendo, todos los días tengo ganas de ir”.

Quizás es con el personaje de Nelson K con el que cobra hoy mayor visibilidad y es, de todos, el que más le divierte representar: “Es un personaje que tiene impunidad para decir cualquier cosa y tiene la 02_resultcomplicidad del verdadero que se presta. Nelson Castro es un muy buen partenaire, que se divierte y se relaja, se puede laburar muy bien. Es un personaje que disfruto hacerlo desde los gestos hasta lo que digo por la composición actoral”, cuenta el tres veces ganador del Martín Fierro a la Mejor Labor Humorística en Radio.

A sus 30 años sigue dibujando como un hobbie y, entre sus futuros proyectos, le gustaría hacer cine y ficción, todo siempre relacionado con el humor. Aunque reconoce que hoy casi no tiene tiempo para nada, hasta tendría que duplicarse: “Me tendría que convertir en un holograma para que mis dos hijos se acuerden de mí. Ahora a Santa Fe vinimos todos, entonces aprovechamos los momentos que tenemos para vernos con la familia y en algunos viajes me acompañan. Es una profesión que tenés que ir regulando porque no tenés tiempo, son muchas horas y estás medio alejado. No lo vivo con culpa, pienso que es una circunstancia, un momento y después se irá acomodando hasta que vaya eligiendo dónde quiero estar. Igual siempre tuve la suerte de poder elegir, siempre tuve ese privilegio”.

 

CRÉDITOS: Johanna Cecotti

FOTOS: Pablo Aguirre