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Nacida en nuestra provincia, Analía Solomonoff regresa al país luego de haber concursado para el cargo de Directora del Museo Provincial de Bellas Artes, Rosa Galisteo de Rodríguez.  En 1976 en plena dictadura, emigró con mi familia a Francia, Mozambique hasta llegar a México donde se formó y se desempeñó como  Directora de la Sala de Arte Público Siqueiros y de La Tallera en Cuernavaca. Hoy retorna a Argentina volviendo a su lugar fundacional, Santa Fe la ciudad que queda entre Paraná, donde nacieron y crecieron sus padres y Rosario, su ciudad natal.

Ts- Ante todo, bienvenida.  Tres meses en el cargo: ¿cómo estás viviendo esta experiencia?

AS-  Muy intensamente, y al mismo tiempo con mucha energía, y con mucha energía creativa en esto de ir concibiendo un discurso que vaya tomando forma. Es decir, me encuentro con un espacio, con un museo, con un equipo de trabajo, con una ciudad y evidentemente también con una voluntad, desde muchos lugares, de consolidar y de construir una estructura que sostenga un cambio con bases. En ese sentido, me encuentro con una experiencia enriquecedora para mí, como persona y como profesionista.

02_resultTS- ¿Por qué el Rosa Galisteo? ¿Por qué Santa Fe?

AS- Fue una decisión que se me planteó en mi camino y que se convirtió en un objeto de deseo. No fue un plan estratégico que viniera construyendo en mi vida personal ni en la profesional. Y el Rosa, porque vasta entrar a este lugar para entender la potencia que tiene como espacio, y cuando digo espacio, digo, la potencia de su colección, la que nuevamente hay que reactivar, que hay que visibilizarla, que hay que investigarla, reinterpretarla y porque también me parece que es un lugar que pueden suceder cosas que se pueden anunciar y que pueden empezar a tener diálogo con otros lugares donde están sucediendo cosas también, es decir Museos Provinciales en cualquier otra parte del mundo que estén empezando, justamente a desplazarse del centro y a convertirse en una realidad per sé, sin tener que dialogar con capitales, sin tener que dialogar con lo ya establecido, sino en función de entender cuál  es su potencia, empezar a generar discursos propios y empezar a consolidar miradas desde aquí . Miradas que se construyan, que sucedan que se pongan en juego desde el Rosa Galisteo, desde esta cotidianeidad y desde este contexto.

TS- ¿Con qué tiene que ver tu proyecto de gestión?

AS- Tiene que ver con la construcción del diálogo, con el espacio, como ir desenredando la historia de este lugar, ir revisando sus momentos más potentes y más fuertes y más propositivos de lo que sucedió aquí. Frente a esta revisión histórica entender en qué lugar estamos situados como museo y después de eso proyectar nuevas acciones que tienen que ver con “El museo pensándose a sí mismo” en esta posibilidad del museo de repensarse, de reconstruirse, de actualizar su discurso.

05_resultTS- ¿Esto tiene que ver también con el tema de poder desencriptar la cuestión del arte y los espacios recoletos?

AS- Si, esto que está sucediendo en el Rosa se ancla, también, en el nuevo paradigma para estos espacios hegemónicos. Y tiene que ver con que los museos se están preguntando hoy en día  ¿qué sentido tienen? Frente a esta sociedad, frente a los cambios tecnológicos, frente a las nuevas miradas, ¿cuál es el sentido de estos espacios? Aquí se están encontrando dos momentos, un nuevo momento fundacional para el lugar y al mismo tiempo un espacio para plantear preguntas sobre cuál es el sentido del lugar, Rosa Galisteo, ante esta comunidad, primero a la comunidad santafesina, de lo micro a lo macro, y en este espiral, que para mí es esa proyección que el espacio tiene que tener, el espiral del museo como corazón, el barrio, la ciudad, la provincia, Argentina y después el mundo, como un universo con el cual dialogar, y cuando esa expansión suceda, propiciar  -al mismo tiempo- que se retorne, lleguen los artistas, lleguen los discursos, lleguen las críticas, lleguen las exposiciones, las actividades.

TS- ¿Cuál es el eje central de trabajo a proyectar?

04_resultAS- En realidad, para mí lo más importante es que haya una idea clara de lo que se quiere construir desde este espacio, partir del museo pensándose a sí mismo, a partir de ese eje conceptual, lo que encuentre sentido con ese eje conceptual  va a estar dentro del museo. Es decir, si hay otras prácticas, y no necesariamente dentro del campo cultural, no dentro de las artes, por así decirlo, hay otras prácticas, que pueden tener que ver con la psicología, con la medicina, con la ciencia, con la filosofía, con otra serie de campos y desde ahí la actividad propuesta responde al museo pensándose a sí mismo, estarán incluidas y las vamos generar desde el museo. El museo no va a ser un espacio que acoge, no, va a ser un espacio que genere desde el es que esos discursos se van a ir construyendo, con otras prácticas, más allá de la práctica artística pura y dura, siempre y cuando se construya un discurso claro y que tenga que ver con respondernos a las preguntas de ¿qué es el Rosa?  Y ¿hacia dónde vamos?

 

Fotos: Pablo Aguirre.