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Despertar al veganismo es abrirnos a situaciones de genuina justicia e inclusión.

Ser vegano implica estar del lado de los Derechos Humanos y de los Derechos de los No Humanos.

Hay un Derecho Humano que en ocasiones nos olvidamos de reclamar: el derecho a estar informados.

Existe mucha información que está atravesada por mitos, creencias y por, en ocasiones, las justificaciones de sus hábitos poco sanos y poco justos de quienes consideramos son referentes a la hora de hablar de alimentación y nutrición.

Cuando investigamos seriamente nos damos cuenta que podemos alimentarnos saludablemente sin herir, ni causar angustia, ni explotar  a otros seres que al estar provistos de cerebro y sistema nervioso central tienen la capacidad de sentir y desear.

Hoy en día los animales son tratados como objetos y mercancía, tal como en otras épocas el ser humano también lo fue cuando la esclavitud era algo natural.

Estas formas de trato van naturalizando formas de violencia que luego impactan en lo social: “No me pasa nada cuando sé que un animal angustiado, maltratado es sacado a latigazos y picaneado para que suba a un camión, donde apretado va al sol, al viento, la lluvia y el frío, viajando a su condena. Condena de la cual no quiere participar.”

Recuerdo cuando un señor que trabajaba en un frigorífico me comentaba los ojos de terror que tenían las vacas que ingresaban para ser asesinadas (En la sociedad se usa el término “faena” para que no impacte tanto), tal era el terror en esas miradas, que esta persona terminó renunciando a su trabajo.

2177749Estos mitos también quedan de manifiesto en las publicidades de productos a través de los medios de comunicación que motivan a consumir ésto o aquello; productos que aseguran ser casi la panacea en la alimentación  (ocurre a menudo con la industria láctea). Grandes cadenas que ofrecen sus productos con una información que pocos investigan y toman como verdades que no ponen en debate.

Por eso lo vital de valorar el Derecho a estar informados: saber qué tengo que consumir, saber qué ocurre en los mataderos, saber con qué se está nutriendo mi organismo; tener acceso a la verdad.

Tenemos Derechos a una salud completa,  a seleccionar lo que deseamos comer y a una información libre de prejuicios. Así también los animales tienen el derecho a ser honrados y respetados en su vida; permitiéndonos esto la práctica de la empatía.

Cuando elegimos el veganismo, estamos eligiendo un mundo inclusivo, justo  y donde todos los seres sintientes pueden ser abrazados.

Ya no más explotación ni al humano, ni al animal; “sólo el soñar un mundo distinto y posible”.

Cuando pensamos en qué comer, el veganismo ofrece variadas propuestas.

Destacado:

Hamburguesas de porotos negros.
Hervir 2 1/2 tazas de porotos en agua y sal. Una vez tiernos, escurrir y aun calientes pisarlos hasta obtener un puré. Agregar un chorrito de aceite, 2 dientes de ajo y 1/2 morrón picados, orégano, perejil, pimienta y el condimento que desees. Agregar 1 1/2 tazas de harina de arvejas o harina de garbanzos y apenas un chorrito de agua. Con las manos húmedas amasar bien hasta integrar. Hacer bollitos y dar forma de hamburguesa, pasándolas por avena.
Se pueden freezar o llevar al horno dorando de ambos lados, sirviendo con ensalada fresca.

(Podés variar utilizando lentejas o mijo o quinoa en lugar de los porotos)

Risotto con champignones.

Colocar en la olla un poco de aceite. Poner a rehogar 1 cebolla. Agregar 250 g de champignones un poco de agua tibia o un vaso de vino blanco y  sal.

Si echaste vino, dejar evaporar el alcohol y agregar 1 taza de arroz. Y entonces caldo de verduras o agua. Condimentar: pimienta, cúrcuma (1 cucharadita), orégano, ajo y morrón rojo en tiras. Revolver y agregar agua si fuese necesario hasta que el arroz esté tierno. Podés agregar arvejas.

Al servir, espolvorear con levadura natural en copos.

Torta básica (luego podés hacer las variantes que desees)
2 tazas de harina leudante, 1 taza de azúcar, 1/2 pocillo de aceite, ralladura de 1 limón, 4 cucharadas de coco rallado, 1/2 litro de agua que licuamos con 1 pocillo de avena, 4 puñados de pasas de uva. Integrar todo y batir. Agregar 1 manzana picada con cáscara. Verter la mezcla en molde enaceitado espolvoreado con harina. Llevar al horno por unos 35 minutos. Sacar del horno y dejar enfriar. Untar con mermelada de naranjas y espolvorear con coco rallado, decorando con pasas y frutos secos.

“Construyamos un mundo en paz, pleno de justicia e inclusión. Ampliemos nuestro círculo e incluyamos en nuestro amor a todos los animales no humanos también”.

Crédito: Jorge Bode