Historia y presente
El Instituto de Cinematografía, fundado en 1956 por Fernando Birri, produjo cerca de ochenta películas. La UNL, junto al historiador Fernando Martín Peña, se propuso preservar y recuperar ese acervo fílmico. Siete de esos films ya pueden verse de manera online.
En 1956, en la Universidad Nacional del Litoral (UNL), empieza a funcionar el Instituto de Cinematografía fundado por Fernando Birri, con el apoyo entusiasta de Ángela Romera Vera —entonces directora de Extensión Universitaria— y del rector Josué Gollán. Birri había estudiado en el Centro Sperimentale de Roma y trabajado con el realizador Vittorio de Sica. En base a esa experiencia, comenzó a trabajar en Santa Fe con una idea básica, original y simple para su época: hacer cine y formar gente. Los que vinimos después ya no necesitamos tener esa idea: bastaba con ponerla en ejecución. El trabajo inicial fue la realización del film Tire Dié de Birri, con la participación de sus alumnos. Durante los 20 años de existencia, el Instituto produjo alrededor de ochenta películas, tales como Hoy Cine Hoy, La vieja ciudad, Pescadores y El hambre oculta”.
Pasaron por sus aulas nombres conocidos del cine argentino como Gerardo Vallejo, Jorge Goldenberg, Mario Mittelman, Diego Bonacina, Esteban Courtalón, Nicolás Sarquis, Patricio Coll, Raúl Ruiz, Dolly Pussi, Edgardo Pallero, Carlos Gramaglia y Marilyn Contardi. Juan José Saer y Hugo Gola fueron profesores junto a Birri, Camusso, Gramaglia, Pallero, Pussi, Juan Fernando Oliva, César Caprio y Hercilia Marino.
Se cerró en diciembre de 1975, su final accidentado y dramático (poco después sería el golpe del 76) produjo la dispersión y la pérdida de gran parte de esa producción.
Para buscar y rescatar lo que fuera posible de esos films, la UNL firmó un convenio con el historiador y conservador Fernando Martín Peña, y como primer resultado de ese trabajo en común ya se han recuperado siete films. López Claro, su pintura mural americana de Juan Fernando Oliva (1960); La vieja ciudad de Marilyn Contardi (1969), Reservas forrajeras de César Caprio (1964), Un acto de Federico Padilla, Sin tregua de Simón Feldman y Gaitán a casa, mi primer film.
El capítulo más reciente del cine de la Universidad fue el comienzo del Taller de Cine en 1985. Desde entonces, se han producido más de cien films, cortos, medios y largometrajes, documentales y de ficción. La base del trabajo del taller también es simple: se trata de proporcionar a sus alumnos los elementos básicos para comenzar una relación con la realización cinematográfica. En treinta y cinco años de existencia, han pasado alrededor de 2.100 alumnos: algunos han continuado una actividad relacionada con el cine, trabajando en cine; otros en canales de televisión y en organismos de gestión cultural. Pero se tiene la ilusión de que hayan ampliado su comprensión del fenómeno artístico y de la relación del medio con la realidad, independientemente de si hayan seguido haciendo cine o no.
Como espacio de discusión surgieron los Encuentros y los Cuadernos de Cine Documental, una publicación que recupera lo destacado de las mesas de discusión, además de textos centrales para el estudio y la comprensión del fenómeno cinematográfico, con la participación de destacados referentes y cineastas tanto locales como nacionales. Este año, se cumplen 15 años y para celebrarlo se emite en el Canal Litus TV un especial de la Butaca documental, con la presentación de grandes films, seleccionados entre el centenar de películas exhibidas en los encuentros. Son quince números publicados que pueden ser leídos de manera online en la Biblioteca Virtual de la UNL, junto con los sesenta films del Taller de Cine y las películas recuperadas del Instituto.
Hay que confesar que la posibilidad de poder ver de manera virtual los films del Instituto de Cinematografía y del Taller de Cine —en copias impecables—, ilumina de nueva manera esos dos capítulos del cine de la UNL. Ha sido muy importante el trabajo de los historiadores Claudia Neil y Sergio Peralta al esclarecer situaciones y desechar polémicas, pero el hecho mismo de estar en contacto con los films y de poder disfrutarlos es algo imprescindible para comprender lo que fueron y han significado para la ciudad, la universidad y la región.
Texto: Raúl Beceyro. Director del Taller de Cine
Universidad Nacional del Litoral
Fotos: Área de Comunicación Estratégica. Secretaría de Extensión Social y Cultural
Nombre de sección: Cultura activa
Edición: N° 87