Mujer emprendedora que apostó siempre a su familia y supo construir, con ella, una empresa que transformó la ciudad. Atrás quedó la rubia niña que jugaba en la vereda y que creció para enfrentrar los desafíos de la vida sin perder su calidez y su entereza. Ella sabe, cuando mira a los ojos de sus nietos, que puede levantarse y hacerles un futuro posible de amor.

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