Es necesario repetir como un mantra: «no acumular». Este es el objetivo que ha de perseguir cualquier proyecto para una cocina minimalista. Está en el propio concepto: el minimalismo aboga por recuperar lo esencial y deshacernos de todo lo que sea superfluo. Dado que no se trata de una búsqueda sencilla, y que minimalismo no implica carencia estética o de funcionalidad, Presisso desarrolla complejos diseños interiores de muebles para cocina eligiendo los herrajes Blum para lograrlo.
El estilo minimalista basa su concepto en «menos es más», iniciado por el arquitecto Ludwig Mies Van Der Rohe alrededor del año 1930. Sin embargo, el minimalismo en la arquitectura comenzó formalmente a finales de los años sesenta, teniendo su auge a partir de los ochenta. Su espíritu de hacer más con menos elementos nos provee de formas sencillas y materiales, texturas, colores y diseños utilizados de la forma más simple posible.
La corriente estética minimalista se expresa en las cocinas a través de la incansable búsqueda de integración del amoblamiento en el espacio. Se puede conseguir eligiendo muebles cuyos diseños abarquen de suelo a techo, con puertas lisas y sin tiradores, del mismo color de las paredes. De esta forma, los sistemas de almacenaje pasarán desapercibidos y no tendrán un excesivo peso visual. Un acabado más limpio y sencillo contribuye a reforzar el carácter minimalista de la cocina.
En muchos casos, los muebles aparentan formar parte de la propia pared, quedando camuflados. Además de tratarse de una solución estética, se busca con ello conseguir la máxima capacidad de almacenamiento sin interrumpir la visual, ocultando a la vista elementos tales como los pequeños electrodomésticos.
Las cocinas minimalistas se caracterizan por tener muebles de líneas rectas y sin relieves, prescindiendo de los tiradores en puertas y cajones. Cuantos más detalles eliminemos, nos encontraremos con muebles más simples y fáciles de limpiar y mantener como el primer día. A su vez, esta ausencia de ornamentación crea una sensación visual de mayor espacio, que luce mucho en las casas grandes y es imprescindible en las pequeñas.
Además de reducir la cantidad de objetos, se pueden reducir los movimientos y las acciones. «Lo que no se ve» ayuda mucho a esto. Para lograr estos objetivos, Presisso, en su línea premium, utiliza herrajes y accesorios europeos Blum, empresa especializada que fabrica una amplia variedad de productos que contribuyen a la funcionalidad en ambientes minimalistas.
Las cocinas Presisso están diseñadas con estas tecnologías de movimiento que se caracterizan por su comodidad, ergonomía y —sobre todo— por su facilidad de apertura. Basta con una breve presión con la mano, la cadera o la rodilla para que los compases abatibles, las puertas y los módulos extraíbles se abran casi por sí solos.
Esta tecnología de diseño cuenta con puertas con sistema de cierre push, sin manijas. No se necesitan usar las manos e, incluso, existen modelos servoasistidos que destacan y fascinan por su accesibilidad, ofreciendo una enorme cantidad de espacio y adaptación de forma individual. Otra de las ventajas de Blum es que son extraíbles, de manera tal que resulta muy sencillo acceder a los contenidos de las alacenas sin necesidad de mover objetos. Además, cuentan con correderas con cierre suave que permiten, al mismo tiempo, cerrar los muebles con menos movimientos y reducir al mínimo los ruidos
Presisso se distingue en el mercado de amoblamientos para cocinas minimalistas por apostar a líneas austeras con uso de formas claras y un diseño de producto purista, de perfil elegante aunado a una técnica de avanzada.
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Edición: N° 90