NOEMÍ CANDELLERO: FOTÓGRAFA
CRONOLOGIAS DE VIAJE
Humedales del Iberá (Corrientes)
A medida que tímidos rayos de sol van asomando, me despierta el trinar de los pájaros y algunas aves de corral que avisan que es hora de levantarse. Abro la ventana y en esa semipenumbra del día que se avecina y la noche que se va, alcanzo a divisar el corral de los animales Allí están los menchos nuestros gauchos correntinos con sus costumbres, vestimentas, que hacen a su propia identidad.
Sus caballos indispensables para ese trabajo, esbeltos, hermosos, nobles, que tras las caricias de sus jinetes tranquilamente dejan colocar sus monturas, cinchas, arneses. Ellos vestidos cómodamente con sus bombachas, guardamontes, polainas o sombreros de alas anchas, cintos rastras y pañuelos.
Están ellos y su familia, abriendo los corrales y guiando a las ovejas para que durante el día busquen sus alimentos, arriando a los animales a otras aguadas donde el verdor de sus pastos se hace notar ante todo lo amarillento que lo rodea.
Todos trabajan, ganándose con mucho orgullo y dignamente ese sostén diario que se los da el esfuerzo y gratifica al ser humano.
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