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Germán Chiaraviglio, Rubén Rézola y Santiago Grassi, competirán en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 en salto con garrocha, canotaje y natación respectivamente. A ellos los une el fuego olímpico y el fervoroso deseo de triunfar en la máxima cita deportiva mundial, pero también un mismo propósito: brindar su máximo potencial y transmitir sus valores como deportistas a toda la sociedad.

El sueño de todo deportista es participar de los Juegos Olímpicos, vivir y competir en la máxima cita deportiva mundial. Y para los argentinos, más precisamente para los santafesinos, es un verdadero orgullo ser representados por atletas locales, que nacieron y se formaron deportivamente en la ciudad de Santa Fe; exponentes en diferentes disciplinas que se destacan en el plano internacional y tienen grabado a fuego en sus corazones la bandera santafesina, sus orígenes, personas y los lugares que los vieron crecer deportivamente.

A Germán Chiaraviglio, a Rubén Rézola y a Santiago Grassi, no solamente los une la pasión por lo que hacen, ni su tierra natal. Ellos entrelazaron sus destinos y su fuego sagrado en pos de un objetivo: Río 2016.

Es que este año, por primera vez en la historia, las Juegos Olímpicos se disputarán en Sudamérica, y Río de Janeiro será la sede que albergará a más de 10 mil atletas de todo el mundo, que representarán a más de 200 países compitiendo en 28 deportes. Y entre ellos, levantarán bien alto la insignia santafesina estos tres deportistas.

En pos de esta meta, nació Objetivo Río, un programa inédito que busca reconocer a los deportistas de la ciudad de Santa Fe que formarán parte del equipo nacional olímpico en los Juegos de Río 2016, que se disputarán del 5 al 21 de agosto de este año.

El programa fue diseñado y creado por los tres atletas santafesinos que competirán en las Olimpiadas, con la firme intención de contar y disponer con todas las condiciones necesarias para llegar a dar su máximo potencial en el evento más importante de sus carreras deportivas, convocando a la participación del sector privado en pos de ese fin. Pero también persigue un objetivo indirecto de igual trascendencia: la transmisión de sus valores como personas y deportistas a toda la sociedad.

En las alturas

02Germán Chiaraviglio tiene 28 años y competirá el sábado 13 de agosto en los Juegos Olímpicos en salto con garrocha. Logró la clasificación en el Campeonato Sudamericano de Atletismo de 2015 en Lima, Perú, al sortear con éxito los 5 metros 70 centímetros.

Con respecto al programa Objetivo Río, Germán fue contundente: “Esta iniciativa nace tras varios torneos en los que nos encontrábamos con Rubén y con Santiago y comentábamos las necesidades y urgencias económicas que tenemos como deportistas santafesinos”. “Conformamos un equipo de trabajo en pos de este objetivo estableciendo las prioridades del pedido: juntar recursos recibiendo el apoyo de empresas privadas para perfeccionar nuestros entrenamientos en materia de infraestructura, alimentación, suplementación, viajes, logística y otros importantes aspectos, todo en pos de lograr el mejor resultado”, continuó contando Chiaraviglio.

Para todo deportista que participa en disciplinas individuales, la presión al momento de la competencia es intensa, porque se encuentran solos, ya sea en una pista o en una pileta, rodeados de atletas y espectadores. Puntualmente, la prueba de salto con garrocha dura casi siete segundos con la carrera incluida y hay tres intentos por altura. “Son pocas las oportunidades para ese momento crítico, para el cual nos preparamos durante muchísimo tiempo. Todo esto hace que la expectativa y la presión sean altas. Antes de la prueba, la cabeza y las revoluciones están a mil. Pero trato de enfocarme en las cuestiones técnicas del salto. Por eso es fundamental estar preparado mentalmente para afrontar el contexto. Hay que llegar a naturalizar situaciones límites y extraordinarias, volverlas cotidianas, para que al momento del salto, el nivel de expectativa no me desborde”, expresó Chiaraviglio.

A pocos meses de los Juego Olímpicos, el garrochista consideró que “es fundamental estar fresco, tanto físicamente como mentalmente. Hay que estar lúcidos, focalizados y bien descansados, pero sin enloquecerse, dándole espacio a la vida social y a la recreación. Es fundamental no competir muchas veces dentro de nuestra propia cabeza, porque eso nos hace llegar estresados.  Entrenar a full, pero luego aprovechar para dispersarse y relajar”.

Y precisamente a la hora de disfrutar de los momentos libres, Germán Chiaraviglio no guardó tapujos al momento de contar lo que más le gusta hacer fuera de su actividad deportiva: “Me encanta tocar el piano y salir de pesca con mis amigos, aunque un asadito de vez en cuando, también es fundamental. No obstante, hablando de comidas, no cambio por nada el pollo al horno con papas de mi vieja”, reconoció entre risas.

Pura garra y corazón

04Rubén Rézola tiene 24 años y su deporte es el Canotaje, en la especialidad velocidad K1 en 200 metros. Ganó su clasificación para los Juegos Olímpicos en 2015, en el Campeonato Mundial de Velocidad de Milán, Italia, al acceder a la serie final, reservada para los 9 mejores palistas del campeonato. El 19 de agosto de este año, será el día de su competencia en Río 2016.

Con respecto a su clasificación para las Olimpiadas, Rézola aseguró que no fue nada sencillo: “Luego de una lesión a principios de 2015 que me tuvo a mal traer pensando que iba a ser complicado conseguir mi pasaje a Río, pude concentrar todas mis energías y motivación rápidamente para conseguir el objetivo”.

En la previa de los Juegos Olímpicos, el palista santafesino sabe que tiene que aprovechar todas las competencias que tenga al alcance de su mano: “El objetivo es medirme y probarme con los mejores para ver dónde estoy parado. En estas competiciones en la antesala de las Olimpiadas, voy a dar todo lo que tengo físicamente en materia de preparación, para luego saber qué es lo que hay que mejorar”.

Río 2016 será el segundo Juego Olímpico para Rubén Rézola, ya que participó de Londres 2012 consiguiendo un diploma olímpico. “Quiero disfrutarlo y vivirlo como el primero, pero con la experiencia que me dieron todos estos años de alta competición. Disfrutar de lo que uno hace, es la clave de todo éxito”, resaltó el palista santafesino, que sueña con traerse de Brasil la presea dorada, y por ese objetivo, brindó su promesa a Revista Toda: “Si me cuelgo del cuello la medalla de oro, me hago un tatuaje”.

Como pez en el agua

03Con tan solo 19 años, Santiago Grassi ya compite con los mejores del mundo y es una de las grandes promesas de la natación a nivel nacional. Su especialidad es el estilo mariposa en 100 metros, y obtuvo su pasaje a Río al establecer un registro de 52 segundos y 34 centésimas en las series eliminatorias de los Panamericanos de Toronto en 2015. El joven santafesino se zambullirá en la pileta olímpica el 11 de agosto.

“La verdad que estar en mi primer Juego Olímpico es algo que todavía no dimensiono. Poder llegar a esta competencia es el fruto del esfuerzo de muchos años de entrenamientos y sacrificio. Entrenaba, competía, me ponía objetivos y así fue como llegó este premio indescriptible, participar de una Olimpiada. Sin darme cuenta, competencia tras competencia estaba entrenando para algo mucho más grande”, comenzó relatando Santiago Grassi, quien siempre con los pies sobre la tierra, no se deja marear por tamaña responsabilidad: “No quiero desesperarme por bajar tiempos en la previa de los Juegos. Tengo que ganar todavía mucha experiencia y lo que quiero es aprender. Sé que tengo mucho camino por delante todavía”.

La pregunta no fue sencilla: ¿Qué pasa por tu cabeza los instantes previos a la competencia? Y Santiago respondió dando cátedra de cómo vivir el deporte profesional de alto rendimiento: “Aprendí en todos los torneos que competí, a ponerme en el mismo lugar de los demás atletas y creerme dentro de mi cabeza que no soy menos que nadie. Este pensamiento me ayuda a darme confianza y a no tener motivos para decir que no les puedo ganar a mis competidores. Me paro sobre el cubo, miro la inmensidad de la pileta, respiro hondo y tranquilo, porque tengo confianza en mí y en que puedo ganar las competencias de las cuales participo”.

La grandeza y los valores de estos tres deportistas santafesinos, sin duda alguna, los va a llevar lejos, independientemente de los resultados. Todo el país y Santa Fe puntalmente, van a estar con ellos en los Juegos Olímpicos alentando y sufriendo a la par. Los mejores deseos y éxitos. ¡Chapó!

 

Crédito: Matías De Philippis

Fotos: Pablo Aguirre