Dylan tiene clamidia. La indicación médica incluye, además de un par de pastillas diarias, la comunicación con todas aquellas mujeres con las que ha tenido relaciones sexuales.

El protagonista, interpretado por  Johnny Flynn (Emma, The Dig) ha tenido en los últimos años una intensa vida sexual. La lista a abordar es larga y decide, en principio, hacerlo de manera alfabética.

Pero Dylan no es un mujeriego sin sentimientos, si no un chico tierno en busca de pareja. Hay en el personaje algo del Ted de ‘How I Met Your Mother’ con un toque del Ross de ‘Friends’ y bastante del Charles de ‘Cuatro Bodas y un Funeral’. Todo en la figura de un veinteañero de este siglo.

La serie (tres temporadas y capítulos de no más de media hora) va y viene en el tiempo en el relato de las distintas historias y el presente con el anuncio.

Junto al protagonista conocemos a sus amigos, Luke (Daniel Ings, ‘The Crown’)el roomate característico de los productos británicos: superficial, alocado, solo interesado en la parte sexual de los vínculos.  Angus (Joshua McGuire, ‘About Time’), cuyo accidentado casamiento vemos en el capítulo uno. Y Evie (Antonia Thomas, ‘The Good Doctor’), la amiga pensante y dulce con quién en todo momento parece percibirse un «algo más».

Vínculos afectivos, relaciones con distintos matices, romance y mucho humor británico para esta producción que no suele aparecer entre los recomendados por la plataforma. Haciendo caso omiso a eso, vale la pena llegar a ella aunque sea poniendo su nombre en el buscador. Recordatorio: se llama Lovesick (Reino Unido 2014-2018) y merece una oportunidad.

Créditos: MARÍA JULIA PORTA

 

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