Son cronistas de distintos medios de Santa Fe que buscan y siguen la información lejos de los estudios de radio o televisión y de las redacciones. “Antes que movileros, humanos”, con esa consigna trabajan día a día y con una cordialidad y amistad que hacen historia en el mundo de los cronistas de nuestra ciudad. Y ese tal vez sea ese el rasgo que los distingue de los periodistas nacionales que realizan la misma tarea, o tal vez el humor, o tal vez la empatía con la gente y sus sentimientos, o tal vez su solidaridad, o tal vez la amistad, o tal vez la combinación de todo esto. En el mes en el que se conmemora el Día del Periodista, nos metemos en la tierra de la Patria Movilera.
“Porque nos sentimos parte, porque es algo nuestro”, por eso se denominaron la Patria Movilera. Este grupo de amigos periodistas hace algunos años cambiaron la forma de trabajo de los cronistas y, por qué no, de los medios en nuestra ciudad. Ellos son los de las fotos: Matias Arrieta de Cadena 3, Andrea Viñuela de Aire de Santa Fe, Leonardo Botta de LT 9, Antonela Cocuccio de Canal 13, Verónica Encinas de LT 10, Gabriela Bruno de Radio Nacional, Mauro Re de FM Sol, Jimena Laperié de Somos Noticias, Nacho Laurenti de Radio 91.9 CNN En Español y Matías De Philippis de Cadena Eme y Diario Uno. Y también son quienes no pudieron estar en la producción fotográfica ni en la entrevista, pero son parte de esta Patria: Oscar Paredes, Roberto Gollán y Manuel Rodríguez de Somos Noticias; Gabriela Hassan de Radio Eme; Priscila Enrique de Arriba Santa Fe; Guillermo Schmidt, Pitu Yribas de Veo Santa Fe; Nicolás Gómez de Aire de Santa Fe; Sergio Ferreyra de LT 10; entre otros.
¿Cómo nació la Patria Movilera? ¿Fue el huevo o la gallina? ¿La amistad que creció en la calle o el grupo de Whatsapp? Matías Arrieta comenta: “Acá en Santa Fe el trabajo de los movileros se vive distinto a Rosario o Buenos Aires. No nos matamos por una primicia. Por eso armamos un grupo de Whatsapp y cuando uno no puede ir a alguna conferencia se comparten audios”. Pero además, intercambian información, chequean datos, tiran chistes y organizan asados.
“Los productores entre distintos medios no tienen posibilidad de trabajar juntos, los conductores tampoco, los movileros somos los únicos que tenemos esa oportunidad”, dice Andrea Viñuela y ellos lo hacen de la mejor manera: desde el espíritu solidario y desde el compartir. Así nació y así es la Patria Movilera. “Tengo unos años más y puedo decir esto: hay algo distintivo de otras épocas, hay generosidad y solidaridad”, dice Gabriela Bruno y en la misma línea, Leonardo Botta agrega: “Antes había más recelo, más competencia”. Y en este ámbito de cordialidad, Jime Laperié sostiene: “Todos los medios cubrimos más o menos la misma información. Alguno la puede tirar antes, a lo sumo, pero trabajamos tranquilos”. Es decir, sin correr ni competir por la primicia.
Pero, ¿puede esto ser perjudicial a la hora de tratar un tema? Todos coinciden en que no, porque cada uno trata el tema de diferente manera y con su impronta. “Es una pavada pensar que porque todos cubrimos lo mismo pierde calidad, porque cada medio tiene su audiencia. Es inevitable que si algo nos resulta interesante, todos vayamos detrás de ese tema”, afirma Verónica Encinas.
Entonces, ¿es importante hoy para el periodista que trabaja en la calle la primicia? “Es más importante dar bien la información que la primicia”, dice Mauro Re y agrega Matías De Phillippis que “en el afán de buscar la primicia se cometen muchos errores. Se llega muy alborotado a la información y muchas veces se pierden datos puntuales”. Un ejemplo para demostrar que poco importa la primicia y sí la veracidad de la información es lo que afirma Nacho Laurenti: “Muchas veces llegan informaciones que entre nosotros chequeamos”. En la misma línea, Verónica Encinas señala: “Manejamos temas que demoran en salir al aire y lo manejamos solo nosotros. Sabemos que han sucedido y ninguno lo saca, hasta tener hasta el más mínimo detalle chequeado. Es una cuestión de autorregulación que tenemos”.
La Patria y “la triple fuga”
Sin dudas que un hecho importante para el trabajo periodístico, y más aún para los movileros, fue que los hermanos Lanatta junto con Schilacci decidieran traer su huida a nuestras tierras. Esto pudo marcar claramente la diferencia en la forma de trabajar de los cronistas santafesinos: “Fue tremendo, porque nosotros veíamos cómo se mataban entre ellos mismos y nosotros trabajamos con la tranquilidad de siempre, nos consultábamos: a dónde estuviste, con quién hablaste. Del otro lado, veíamos que entre los mismos periodistas, incluso del mismo medio se escondían información”, cuenta Matías De Philippis.
A diferencia de los cronistas de afuera, nuestra Patria se manejó en todo momento con la unión que los caracteriza. “No había señal de celular. Todos teníamos tres o cuatro celulares y tenía señal uno. Entonces, nos turnábamos para salir al aire del único aparato que tenía señal”, comenta Matías Arrieta. Desde Buenos Aires, los equipos periodísticos vinieron en grupos de 8 o 9 personas por medio: “Nosotros éramos el camarógrafo y el notero y trabajamos al mismo nivel que ellos y tratando de tener información certera cada vez que salíamos al aire”, dice Antonela Cocuccio.
La Patria, sus límites y sus demandas
¿Qué es lo más difícil de trabajar en la calle? “¡Estacionar!”, exclama rápidamente Verónica Encinas y con risas profundas todos muestran su coincidencia; aunque alguien dice: “Yo no sufro eso, pero sufro las inclemencias del tiempo”. Es Nacho Laurenti, el motomovilero.
Leonardo Botta se pone serio y afirma que lo más duro es enfrentar a familiares de víctimas de todo tipo. Antonela Cocuccio dice que hay veces que el movilero no sabe con qué situación se va a encontrar. “Hay casos que te marcan, por ejemplo un padre llorando un hijo que acaban de matar”, añade. Y tener que realizar el trabajo periodístico en ese momento se torna muy difícil: “Hacerle una nota a mamá que acaba de perder un bebé, muchas veces es tremendo y te sentís mala persona, lo menos de lo menos”, sostiene Jime Laperié.
La duda que surge es que si ante estas situaciones complicadas de enfrentar, alguna vez dijeron “esta nota no la hago”. Todos señalan que siempre hubo un momento en que tuvieron que decir que no al momento de una cobertura. Gabriela Bruno recuerda: “Trabajaba en otro medio y fue el accidente en Margarita, que fue un desastre. Y me pedían volvé al velorio del camionero y hablá con la mujer. No lo hice”. Nacho Laurenti también cuenta que se plantó con el accidente donde perdió la vida el ex jugador de Unión Diego Barisone y dijo: “Voy, saco las fotos que pueda, pero no me pidas que le haga una nota a nadie”. Verónica Encinas le dijo que no a los medios de Buenos Aires cuando le pedían una nota con Mateo, el chiquito con obesidad mórbida. “Hay límites, porque antes de ser movileros somos seres humanos”, afirman.
¿Cuáles son las demandas del periodismo hoy? Tenemos un montón, dicen casi a coro, y asienten en que el reclamo económico es el más fuerte: “La mayoría de los periodistas tienen más de un trabajo. No es la profesión mejor remunerada, es una profesión en donde hay que pagar derecho de piso, gente que ha pasado por tu misma situación te hace sentir mal en tus inicios y no se cobra bien. Es evidente que ninguno de nosotros eligió ser periodista por lo económico”, dice Jimena Laperié. ¿Y por qué entonces eligieron ser periodistas? Seguramente la respuesta esté en las palabras de Mauro Re: “Esta profesión te da muchas satisfacciones, porque vas a un reclamo y ves que gracias a tu nota solucionaron el problema, y te quedás muy satisfecho y contento de poder haber ayudado”. La notera de Canal 13, Antonela Cocuccio, afirma que lo más maravilloso es el contacto con la gente, sentir de cerca al otro y poder contar su historia. Salir de la burbuja cotidiana de los problemas pavos que tiene uno, conocer otras realidades, desenmascarar, contar, poner en evidencia; esas son las reivindicaciones que les da el trabajo de periodistas, el trabajo en la calle.
Nuestra Patria Movilera trabaja de manera diferente a como lo hacen otros cronistas del país. ¿Por qué? Jimena Laperié dice: “Nos ha tocado conformar un grupo con una generación de periodistas que se prestó a esta relación de amistad en el mundo laboral”. En la misma línea, el resto de los movileros sostiene que hay respeto al trabajar y complicidades: “Vos venís medio en punta con el entrevistado y sabés que si volvé s a preguntar se puede terminar la nota para todos y alguno salva el momento”, cuenta Matías Arrieta.
Y también son diferentes porque son solidarios, sensibles. El dolor ajeno es dolor para ellos, la alegría ajena es alegría para ellos. Esa empatía, ese callo que algunos dicen se hace después de un tiempo pero que en ellos no existe, ese no acostumbrarse, esa cercanía; son las leyes que definen a la Patria Movilera, es su idiosincrasia y lo que la hace un lugar único en el universo del periodismo.
CRÉDITOS: Paola Starder
FOTOS: Pablo Aguirre