Tras recorrer la costanera santafesina, llegamos al punto de encuentro con el Vicegobernador de la provincia, la casa de sus padres Silvia y Leopoldo quienes nos reciben cordialmente y nos invitan al encuentro con Jorge Henn que termina su conversación telefónica para saludarnos.
La gran mesa del quincho denota esa predisposición para el encuentro con la familia y amigos, y reafirma su gusto por la cocina. Prendo el fuego y entro en una relación con el tiempo que me resulta difícil de explicar que es propia de quién le gusta cocinar, nos comenta mientras los acordes de Piazzolla y las letras de Serú Giran comienzan a silenciarse, también el eco de las voces familiares, para dar inicio a este diálogo donde repasamos su carrera política.
TS-¿Qué fue lo que despertó la pasión política en tu vida?
JH-Yo era muy chico, en el año 82’ todo lo que significó el proceso de la vuelta a la democracia, la fuerte presencia de Ricardo Alfonsín, intuitivamente lo seguí desde su precandidatura y enseguida me sentí parte de ese proceso histórico que significó el liderazgo de Alfonsín, la sensación de que éramos parte de un colectivo político de una sociedad que recuperaba su voz, fue un momento vibrante, un momento de una fuerte pertenencia a todo ese proceso político.
TS-¿Venías de una tradición familiar radical?
JH-Mi abuelo materno era un caudillo radical de Misiones, estábamos siempre cercanos a la mirada del radicalismo. Vengo de una familia que si bien era de origen radical tenía una tradición empresaria. Mi papá es un empresario de la industria de la madera terciada, sin embargo, yo sentía que era esto lo que me fascinaba, me daba vueltas la cabeza, soy un ejemplo, un emergente de quien ama la política, tengo la vocación política, he tenido siempre vocación por la política, por lo colectivo.
TS-¿Apoyaron en tu carrera política a nivel familiar o hubo un poco de resistencia en que sigas?
JH- No, en algún momento pudo haber estado esta cuestión del mandato de la empresa familiar, la gran mayoría de mis tíos y primos están relacionados con la empresa. Es muy fuerte, todos están relacionados, de alguna forma, con la industria de la madera. Sin embargo, siempre tuve esa sensación interna que sabía lo que quería, tenía como la sensación interna de que algunas cosas iban a pasar. Si yo analizo paso por paso el proceso que permitió que yo pudiera estar en un lugar de toma de decisiones hay muchas casualidades y suerte. Si miro el proceso entero tengo esa sensación de que cuando uno hace lo que le gusta, uno es honesto con uno mismo, con los demás, creo que las cosas se hacen más fáciles.
TS-¿Qué fue de la experiencia de presidir la comisión investigadora de la Inundación del 2003?
JH-Fue una responsabilidad importante institucionalmente y fue muy fuerte lo que significó escuchar testimonios y testimonios, horas y horas de conversaciones taquigráficas de personas que habían perdido todas sus cosas, que tenían esta convicción de que su vida nunca más iba a volver a ser la misma. En lo personal fue un momento fuerte, yo tengo un gran respeto por la lucha de sectores como carpa negra, u otras instituciones, la marcha de las antorchas, que están todos los días en la plaza y no están planteando la indemnización de nada, están planteando justicia, la justicia como un elemento de reconciliación para la propia historia de cada uno, sean siete, ocho, diez o quince personas.
TS-Esto siendo Presidente del Concejo Municipal. ¿Y desde el lugar de vicegobernador?
JH- Mirá, yo tengo una satisfacción -nunca lo conté- estaba un día ejerciendo como gobernador y salí al balcón, era un 29, y los vi, a los 15 de siempre en silencio en la plaza y los llamé desde ahí, les dije vénganse. Fueron, subieron y dijeron “el vicegobernador a cargo nos llamó del balcón y nos invitó a venir a una reunión” y lógicamente la gente que estaba en el control no les creía y el hecho es centrado en esta sensación de la apropiación de los espacios públicos, lugares que tienen esa gestualidad del poder: un senado, un concejo. Estoy convencido que los cambios, se producen en la medida que rompemos el paradigma de “yo hago y vos pagás tus impuestos” las transformaciones se producen en la medida que rompemos esa división artificial y aumentamos el grado de conciencia de lo problemas colectivos, cambiamos, fundamentalmente, en la medida que empezamos a entender los procesos políticos.
TS-Hablaste de la posibilidad de apropiarse del espacio cuando vos los habías llamado, me parece que es apropiarse del derecho a ocupar el espacio.
JH-Esta bueno que hablen desde ese lugar y del lugar que consideren necesario, el lugar de la interpelación, hay algunos dirigentes políticos, inclusive desde mi partido, que creen en la participación y en la construcción de la ciudadanía cuando el ciudadano viene a decirte muchas gracias por lo que hacen por nosotros, creo que a la interpelación hay que bancársela.
TS-El reclamo y la interpelación forman parte de la construcción, el reclamo construye.
JH-El reclamo es el elemento fundante de una relación sólida entre ciudadano y gobernante. Creo que siempre es bueno poner la cara.
TS-¿Cómo ves los procesos políticos hoy a nivel general?
JH-Yo creo que el Kirchnerismo, a pesar de las millones de diferencias que tengo, ha tenido la capacidad de devolver el debate político y esto es un acierto, es volver a discutir de política.
Estamos en tiempos donde ha vuelto el debate a la política, el debate a los espacios del Estado y me parece que esto es positivo. Por un lado percibo que ha vuelto el debate político, por otro lado no dejo de ver una sensación en la gente de falta de certezas con lo que se viene, una sensación de incertidumbre, como que nadie puede decir qué es lo que va a pasar, nadie sabe qué es lo que va a ocurrir de acá a un año, dos años. Nosotros tenemos que darle un contenido de esperanza a la palabra futuro, decir esto que viene va a estar bueno.
TS-¿Qué pasa con el radicalismo actualmente?
JH-Creo que hay un radicalismo en la Argentina que se está preparando, que tiene experiencia de gobiernos locales y provinciales y que dejó de mirarse el ombligo. El radicalismo es un partido que tiene un desarrollo territorial como no lo tiene nadie. Todos los lugares que yo recorro desde Gato Colorado hasta el último pueblito del Sur de la Provincia de Santa Fe, hay radicales que tienen sed de colectivo, que tiene ganas de sentirse parte de un proceso, construir ese algo que una a todos los átomos, el radicalismo debe dejar de ser “Luna de Avellaneda”, el radicalismo debe dejar de ser un club de la nostalgia. Digo Luna de Avellaneda porque me imagino la sociedad como cinco o diez vecinos que pasan por el club y ven a los socios añosos -no por la edad sino por la mentalidad-. La sociedad ve y debe dejar de ver al radicalismo como un club de barrio donde los socios hablan siempre de la nostalgia de los otros tiempos, de tiempos que fueron y se pelean por un lugar en la comisión directiva.
TS-¿Te ves gobernador de la provincia en algún momento?
JH-Me veo haciendo política hasta el último momento de mi vida, desde el lugar que sea necesario, me veo construyendo o haciendo mi aporte para la construcción de un radicalismo con ideas, con propuestas y con vocación de poder, y ocupando el lugar que sea, lógicamente que yo soy un militante político de raza y creo que es innato la búsqueda del poder y el poder no como un insumo de un equilibrio interno que algunos no tienen, sino un elemento para transformar la realidad, una herramienta de acción, pero si me gustaría gobernar la provincia, ser parte de un proceso de gobierno y ser gobernador en algún momento, de hecho me agarra estimativamente joven para pensar en esos desafíos.
CRÉDITOS: Marcelo Jorge
FOTOS: Pablo Aguirre