«VOY A SER UNA VIEJA MUY DIGNA»
Tiene 57 años y a los 16 fue tapa de GENTE, desde allí nunca más dejó el medio artístico. Hoy, Adriana nos recibe en Hotel Los Silos, el lugar elegido para la entrevista, de mirada tan intensa como cálida, siempre acompañada de una sonrisa plena que invita al diálogo, a la charla amena como si fuera un casual encuentro de dos conocidos. Convocada por Rodrigo Villareal Lemos, Adriana Salgueiro conduce “A Solas” el programa televisivo de entrevistas íntimas por el que han pasado las personalidades más importantes de la ciudad en la medianoche de Canal 13.
TS- ¿Por qué “A Solas” en Santa Fe?
AS- Bueno, Santa Fe, primero decidí hacerlo porque la convocatoria de Rodrigo Villareal me pareció muy interesante, en una ciudad que yo adoro, porque tengo mi familia política acá. Mi suegra, mis cuñados, a toda la familia política que ya forma parte de mi vida y además, disfruto mucho la ciudad, cuando vengo acá la paso muy bien, no como “Adriana Salgueiro” sino como Adriana y eso me hace feliz. Y encima, tener la posibilidad de haberme metido dentro de la sociedad a través de algo que me gusta tanto como es el trabajo, está bueno.
TS- Esto de A solas, ¿tiene un poco de psicoanálisis, no?
AS- Absolutamente, pero por sobre todo, lo que yo hago es prestarle mucha atención a la persona que entrevisto, me gusta escucharla de verdad, no estoy pensando en lo que le voy a preguntar. Y tampoco es que la estoy estudiando, le miro los gestos, su comodidad o su incomodidad para saber por qué lado ir, que pueda ser jugoso como nota pero que la persona se vaya contenta. Y seguramente el tema de la terapia me debe haber dado herramientas para esto.
TS- Pasaron muchos invitados ya, en este corto tiempo. ¿Cómo ves la ciudad, más allá de lo afectivo por tu esposo, cómo ves la ciudad hoy, que ya la conocés hace bastante tiempo?
AS- Yo vi que en estos dieciocho años ha crecido muchísimo y se ha convertido en una ciudad preciosa. Veo una ciudad que es absolutamente pujante, con ganas de salir adelante, con ganas de crecer, veo un crecimiento desde todo punto de vista, importante. Y creo que bueno, dentro del país es sin dudas una de las ciudades más importantes.
TS- ¿Cómo manejas tu vida en Santa Fe?
AS-Mirá, cuando vengo a Santa Fe en plan de trabajo, lamentablemente como vengo dos días y tengo muchísimas entrevistas, desde que empecé el programa fui una sola vez a comer afuera y sino como acá en el hotel y me voy a dormir porque quedo destruida, como hoy, que termino la jornada de trabajo y me vuelvo a Buenos Aires porque extraño mucho mi casa, a mis hijos que son mis perros, los extraño muchísimo. Extraño mi casa, mis cosas, yo soy muy casera, tengo muchas ganas de volver, cuando vengo en plan de familia nos juntamos con Beba, mi suegra que es un sol, yo, no tengo mamá, la perdí hace años y siento en ella que es una mamá amiga que está buenísimo también.
TS- Tu mamá, la perdiste hace mucho.
AS-Sí, hace 17 años, lamentablemente, y eso es una de las cosas que yo digo cuando me imagino la vejez, que le tengo miedo al deterioro físico pero de salud, mamá fue una persona que sufrió mucho porque estuvo muchos años enferma y la verdad que le pido a Dios que no sea lo que me pase a mí, por eso soy medio maniática con los médicos y todo eso, no soy hipocondríaca pero le ando cerca, porque prefiero que me manden a tomar un alplax, que me digan ‘déjese de joder, no tiene nada’, y no decir ‘no, no debe ser nada’ y estar incubando o gestando una enfermedad que el día de mañana puede ser tarde.
TS- ¿Le tenés miedo a la muerte?
AS- No, a la muerte no, al sufrimiento físico sí.
TS- ¿Cómo te pensás de anciana?
AS- Coqueta, muy coqueta, aceptando el paso del tiempo como lo vivo y como lo vine haciendo todo el tiempo, tengo 57 años y no reniego jamás de la edad, al contrario lo digo con orgullo porque me siento de 20, no por el aspecto sino porque tengo ganas.
TS- Por el espíritu.
AS-Sí, tengo un espíritu absolutamente joven y acepto el paso del tiempo, que creo que te da mucha sabiduría, y eso está bueno capitalizar. Y por otro lado lo que estéticamente puede no agradarme demasiado, que es la Ley de Gravedad, que es inexorable para todo el mundo, ir aceptándolo con dignidad, yo siempre digo que voy a ser una vieja muy digna.
TS- Es difícil en el medio encontrar esa respuesta.
AS- Sí, pero creo que se sufre mucho si no pensás así, yo pienso así porque trabajo en mi vida para no sufrir, ya las cosas que traen sufrimiento son la pérdida de un ser querido, o enfermedades, que vienen solas, para qué voy a andar buscando yo otra cosa por la que sufrir que tiene que ver con algo que puedo cambiar y que es mi cabeza.
TS- ¿Siempre pensaste que ibas a llegar a ser Adriana Salgueiro?
AS- No, nada más lejano estuvo, yo iba a ser médica, yo quería ser médica, eso es lo que decía cuando era chica, y además, ¿qué es ser Adriana Salgueiro?
TS- Digo en relación al personaje público.
AS-No, nunca lo pensé, una casualidad fue llevando a la otra, que evidentemente no existen las casualidades, por lo menos en mi manera de pensar, tenía que llegar a esto porque era mi verdadera vocación, pero no lo tenía planeado, yo empecé de casualidad porque me vieron en un boliche, había ido a bailar y tuve la suerte de salir en la tapa de Gente, fue lo primero que hice en mi vida.
TS- Bueno, ¡empezaste bien te digo!
AS-Sí, por la puerta grande, absolutamente, a los 16 años, que no era normal hace 41 años y de ahí empecé a hacer comerciales, después por la tapa de otra revista me llamaron para hacer mi primer papel como actriz y no lo largué nunca más.
TS- Y la actuación, ¿estaba ya previamente a esa convocatoria?
AS- Evidentemente estaba internamente, porque yo tengo el recuerdo en el colegio, no hubo acto infantil desde el Jardín hasta que terminé que yo no estuviera protagonizando algo, podía ser San Martín como podía ser La Cenicienta, eso siempre me gustó, la actuación me encanta.
TS- ¿Qué recuerdo tenés de niña?
AS- Hay una infancia muy linda, yo tengo un hermano mayor, dos años mayor que yo que nos llevamos brutal, siempre tuvimos una relación maravillosa, hasta los 17 años salíamos juntos a bailar y demás, unos papás muy cariñosos, muy ocupados y preocupados de nosotros.
TS- ¿Apoyaron tu Carrera?
AS- Sí, sí, porque me tenían muchísima confianza, estaban tan confiados de la educación que me habían dado que no tenían miedo de que por algún lado me desbande, y eso que, imagínate, hace 41 años no estaba muy bien visto ser modelo, en el colegio me costó más, en el colegio no les gustaba esta cosa de la modelo que va al colegio.
TS- ¿Hubo alguna instancia que haya marcado la diferencia con el juego?, porque calculo que cuando empezaste habrá sido todo como un juego el trabajo.
AS- No, siempre fue un trabajo para mí, yo ya lo tenía clarísimo y así me lo tomé con seriedad porque me encantaba tener la independencia que me daba la parte económica, que yo trabajara y recibiera un dinero por eso a una edad tan chica, estaba bueno, y siempre fui muy responsable, yo no sé si es una virtud o un defecto, por un lado es un defecto, porque no es que no me permitió disfrutar, pero te pone ante la vida como más seria, nunca fui una loca linda, era más vale formal y tranquila.
AS- Los hijos son los perros, dijiste. ¿Cómo manejaste ese tema?
TS- Ves, esa es una cosa que quedó como pendiente, no fui mamá, evidentemente no era lo que tenía que ser, pero no lo vivo como una frustración. Yo fui madre de mi madre por la enfermedad que tuvo, la tuve que cuidar como se cuida un hijo, porque dependía absolutamente de mí. Después la vida me dio a un hombre que venía con combo, Alejandro tenía un hijo de cinco años cuando yo lo conocí, Lautaro, que es un chico muy especial, y me hizo sentir mamá. Y la madre fue muy generosa en habérselo permitido. Tuve esa suerte.
CRÉDITOS: Marcelo Jorge
FOTOS: Pablo Aguirre